Desde que Chanel ganó el Festival de Benidorm, su actuación, el contenido de la letra y también su forma de vestir, ha suscitado admiración y críticas a partes iguales. Al menos, al principio. Luego, conforme se fue acercando la final de Eurovisión, parece que el apoyo a la artista española fue prácticamente unánime.
Pero: ¿Nos conviene a las mujeres dar y quitar carnés de empoderada a otras mujeres por su manera de vestir o sus letras sexuales? Claramente no.
Con esta pregunta y con la rotunda afirmación que la acompaña, concluía (el 6 de febrero) el artículo ¿Cosificación o empoderamiento? En defensa de vestir sexy, firmado por Ana Requena Aguilar, redactora Jefa de Género en eldiario.es